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Estrategias de (In)visibilización II

El Muro de la Vergüenza, se construye en el año 1985 en Lima (Perú), creando una división entre los limites de los distritos de San Juan de Miraflores y Santiago de Surco, distanciando bajo una medida de fuerza a las comunidades de Pamplona alta y Casuarinas Sur respectivamente. Empleando un concepto concebido por el filosofo francés Foucault, la gran muralla de casi ocho kilómetros erigida en la intersección de estos lugares, puede considerarse como un espacio modificado para convertirse en una Heterotopia. En sus fronteras, los diferentes asentamientos humanos que pertenecen a San Juan de Miraflores y bordean el perímetro de la muralla, son segregados en condiciones extremas, visibilizando a nivel físico las ansias de los promotores de su construcción por asumir drásticamente la soberanía dentro del espacio y dividir el territorio, basándose únicamente en diferencias socio-económicas. 

Lima ha dejado de ser hace mucho tiempo aquella walking city que podía recorrerse en unas horas, tenemos ahora un monstruo caótico en medio del desierto, atiborrado de murallas, rejas, casetas de seguridad, que restringen el paso y el libre transito en diferentes zonas de la ciudad. En el caso de los distritos limítrofes, la mesocracia encuentra estrategias para generar una suerte de anti-nomadismo, una suerte de imposición subrepticia del poder y su ideología bajo la forma jurídica general o bajo la mascara de la inseguridad ciudadana. Pero el problema de las diferentes formas de división territorial, no solo se reducen a una problemática "entre ricos y pobres", las invasiones incontrolables que  ha generado el mito del progreso que pregona el centralismo en el contexto peruano a través de diferentes medios, los tráficos de terrenos, y otros factores agudizan este conflicto social. Estos muros pueden decodificarse, como un dispositivo "invisibilizador" que trata de ocultar al "otro", aquel que no pertenece al orden hegemónico o a las normas que este establece. Pero el poder segregativo de este muro puede ser revertido simbólicamente a través de propuestas artísticas, convirtiéndose en un dispositivo de visibilidad, una táctica de resistencia ante la naturalización de este suceso. Es necesario reactivar la memoria y enfocar la mirada a una herida abierta que ha sido naturalizada y manipulada, por el registro geográfico, los medios, los archivos y el poder que legitima la historia de esta situación en el contexto peruano. 

Las obras de este proyecto tienen como objetivo crear señalamientos en torno al tema, des-contextualizando y reutilizando objetos recogidos del muro y sus alrededores, para insertarlos en otros espacios para crear un poética visual con el material lo que posibilita el acercamiento de estos elementos al espacio institucional/publico y abrir espacios de debate, promoviendo el intercambio y reflexión. Las diferentes intervenciones realizadas en colaboración con los vecinos en estas comunidades, buscan activar la memoria aplicando diferentes estrategias, para habilitar una narrativa configurada a partir de múltiples interpretaciones sobre la historia de este conflicto y contrastarlas con la información distorsionada que ha circulado en los medios sobre el tema. Las obras en su conjunto se presentan como una instalación artística que contiene fotografías, gráficos, vídeos, trabajos bidimensionales y tridimensionales. 

Instalación piloto del proyecto en los espacios de la Escuela de Bellas Artes de Lima
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